17 de nov. de 2013

Las industrias creativas impulsan las economías y el desarrollo, según un informe de la ONU
















El comercio mundial de bienes y servicios creativos alcanzó un nivel record de 624.000 millones de dólares en 2011 y se duplicó con creces entre 2002 y 2011. Pero la creatividad y la cultura tienen además un valor no monetario significativo que contribuye al desarrollo social inclusivo, al diálogo y al entendimiento entre los pueblos






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Este es el principal mensaje de la edición especial del Informe de las Naciones Unidas sobre la Economía Creativa, titulado "Mejora de los cauces de desarrollo a nivel local", coeditado por la UNESCO y el programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) por conducto de la Oficina de la ONU para la cooperación Sur-Sur. El Informe fue presentado hoy en la Conferencia General de la UNESCO y su ambición es contribuir al diseño de una agenda de desarrollo sostenible nueva y ambiciosa para el periodo posterior a 2015 que reconozca el poder motor y catalizador de la cultura.
La economía creativa –que incluye los productos audiovisuales, el diseño, los nuevos medios informativos, las artes del espectáculo, la edición y las artes visuales– es uno de los sectores de la economía mundial en más rápida expansión a nivel mundial. Además, el sector es altamente transformador en términos de generación de ingresos, de creación de empleo y de ganancias obtenidas de la exportación: entre 2002 y 2011, las exportaciones de bienes procedentes de la economía creativa aumentaron en un promedio anual del 12,1% en los países en desarrollo.
"Además de generar puestos de trabajo, la economía creativa contribuye al bienestar general de las comunidades, fomenta la autoestima individual y la calidad de vida, lo que redunda en un desarrollo sostenible e integrador. En momentos en que la comunidad internacional está diseñando una nueva agenda de desarrollo para después de 2015 es vital reconocer la importancia y el poder de los sectores cultural y creativo como motores de desarrollo", estima Irina Bokova, Directora General de la UNESCO.
"La cultura es a la vez un catalizador y un motor del desarrollo sostenible. Produce nuevas ideas y nuevas tecnologías que permiten a las personas responsabilizarse de su propio desarrollo y estimula la innovación y la creatividad, que impulsan un crecimiento integrador y sostenible", asegura Helen Clark, Administradora del PNUD.
El informe incluye ejemplos que demuestran que la economía creativa es diversa e innovadora y mejora la calidad de vida en el nivel local de los países en desarrollo. En Argentina, por ejemplo, las industrias culturales y creativas emplean a unas 300.000 personas y representan el 3,5% del PIB del país. En Marruecos, la edición y la impresión emplean a un 1,8% de la población activa, con un volumen de negocios de más de 370 millones de dólares. También en Marruecos, el valor de mercado de la industria musical, que era de 54 millones de dólares en 2009, no cesa de aumentar desde entonces. En Bangkok (Tailandia), la industria de la moda por sí sola ha dado lugar a 20.000 negocios de diverso tamaño, con numerosos jóvenes que se ganan la vida como diseñadores a pequeña escala.
En la ciudad de Pikine (Senegal), la Asociación Africulturban ha creado una academia de hip hop que enseña a los jóvenes grafismo y diseño digital, producción de música y de vídeo, marketing, cómo llegar a ser un Disc-jockey e inglés. Este programa innovador está ayudando a los jóvenes profesionales del sector creativo a desenvolverse con más eficacia en los mercados local y mundial, ambos en constante evolución artística y tecnológica.
En Chiang Mai, norte de Tailandia, la Iniciativa Ciudad Creativa Chiang Mai (CMCC) es un laboratorio de ideas y una plataforma de actividades en red que asocia a activistas del sector de la educación, a miembros de organismos privados y estatales y a grupos comunitarios locales. Apoyándose en el acervo cultural local, la CMCC aspira a hacer la ciudad más atractiva como lugar de residencia, trabajo e inversión y a promoverla como destino para la inversión, los negocios y la industria creativa.
El informe contiene asimismo estudios de caso sobre la industria cinematográfica de Nigeria (Nollywood), el desarrollo de la industria de textiles para el hogar en Nantong (China) o el apoyo que brinda la Ciudad de Buenos Aires a los productores de contenidos, entre otros ejemplos.
El informe contiene diez recomendaciones:
• Reconocer que además de sus beneficios económicos, la economía creative genera un valor no monetario que contribuye notablemente a la consecución de un desarrollo sostenible inclusivo y centrado en las personas.
• Hacer de la cultura un motor y facilitador de los procesos de desarrollo económico, social y medioambiental.
• Revelar oportunidades identificando los activos de la economía creativa.
• Mejorar el acervo de información emprendiendo una recopilación de datos rigurosa como inversión preliminar esencial para adoptar políticas coherentes de desarrollo de la economía creativa.
• Investigar las conexiones entre los sectores formal e informal para elaborar políticas de desarrollo de la economía creativa.
• Analizar los factores de éxito cruciales que contribuyen a abrir nuevos cauces para el desarrollo de la economía creativa local.
• Invertir en creatividad, innovación y desarrollo de las empresas creativas.
• Invertir en el aumento de capacidades a nivel local para potenciar a los creadores y empresarios culturales, a los funcionarios de la administración y a las empresas del sector privado.
• Participar en la cooperación Sur-Sur para facilitar un aprendizaje mutuo provechoso y fundamentar los programas internacionales para el desarrollo.
• Posicionar la cultura en los programas locales de desarrollo económico y social, incluso frente a prioridades contrapuestas.
El informe incluye un documental electrónico que presenta ejemplos vivos de economía creativa en forma de video, fotografías, entrevistas y datos.
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