29 de mar. de 2012

Entre el 28 y el 30 de marzo de 2012 se llevará a cabo en la ciudad de Cali, Colombia, el Primer Encuentro Internacional de Expertos en Turismo Étnico

Entre el 28 y el 30 de marzo de 2012 se llevará a cabo en la ciudad de Cali, Colombia, el Primer Encuentro Internacional de Expertos en Turismo Étnico, una iniciativa que busca, entre otras cosas, crear espacios de reflexión y de acción sobre el consumo de bienes culturales, étnicos y del patrimonio en actividades turísticas.



Y es que cada vez son más los viajeros que llegan a otros países para conocer su historia, su cultura y su magia ancestral. Cada día son más los turistas que acceden a adentrarse en el modo de vida de una comunidad para conocer de primera mano un pasado que vive en el presente.
Aquí no hablamos solamente del gran número de personas que visitan los atractivos culturales de una ciudad: museos, bibliotecas, riqueza arquitectónica y fiestas culturales. El turismo étnico va más allá de hacer un repaso superficial sobre la cultura o la historia de ciudades o pueblos.
Permanecer en un lugar, fundirse en una comunidad y adoptar el modus vivendi de sus habitantes, conocer detalles profundos de sus prácticas, rituales, historias y cotidianidad, es lo que hace un turista interesado por encontrarse con la diversidad cultural y biológica de sus raíces étnicas.
La línea que separa el turismo cultural del comunitario y del étnico es muy delgada, casi es preciso afirmar que son segmentos codependientes que en la práctica se tocan con frecuencia y que forman una sola manera de vivir plenamente un destino básicamente étnico.

Prohibido el formato ‘Gran hermano’

Sin embargo, como lo explica el subsecretario de Promoción Turística de Ecuador, Carlos Guzmán Neira, esta práctica no se realiza de manera masiva, y, de hecho, no es interés de los gobiernos promoverla a voces, explotarla o basar en ella la economía y la dinámica turística de un país puesto que se corre el riesgo de “depredar la historia, la cultura y los recursos de las comunidades visitadas”.
Es por ello que junto con el turismo étnico se da apertura a la práctica del turismo consciente que, según indica el funcionario, no es otra cosa que el turismo sustentable llevado a un nivel espiritual del ser humano.
“Lograr que cuando una cultura visite a otra, en ese proceso de interacción y de disfrute de dicha visita, no aculture excesivamente a la cultura visitada y no deprede los recursos naturales que están alrededor de ella y que se genere un espíritu de contacto, que se comparta una experiencia que de alguna manera el visitante se sienta lleno, pleno, que cambie de concepción sobre lo que es el destino que visita”, comenta el funcionario.
Por esta razón, explican los expertos consultados, este tipo de turismo no debe hacerse bajo un proceso masivo, sino con una selección muy cuidadosa del cliente.
“Este intercambio produce ciertos beneficios en ambos sentidos: para las comunidades visitadas y para el público que visita. Pero si esto se hiciera de una manera ‘industrial’ generaría un círculo vicioso en lugar de un proceso virtuoso. Los habitantes de esa comunidad se sentirían excesivamente observados y eso genera una sensación de estar en un escenario todo el tiempo”, puntualiza Guzmán.

Profesías y sabiduría ancestral

Esta situación está dándose con mayor fuerza desde hace cerca de un año cuando comenzó a estar de boca en boca la leyenda de las profecías hechas por la civilización Maya, historias que hablan de un hipotético “fin del mundo en 2012”.
El interés de cierto tipo de turistas ha venido creciendo hasta hacer de este un turismo reconocido y rentable que recorre algunos países latinoamericanos. Y es que es precisamente esta región una de las más ricas del mundo en la promoción de este tipo de turismo por la cantidad de etnias y comunidades contactadas o no que prevalecen intactas en zonas rurales y selváticas a lo largo del continente.
Representan así una riqueza histórica y cultural inimaginable por la que un grupo muy específico de turistas se interesa.
“Ese tipo de visitante es aquél que ya conoce todos los otros destinos tradicionales, el de sol y playa, el de las grandes capitales del mundo, el de entretenimiento y descanso, el de los espectáculos. Aquél que sólo le queda por conocer lo que muchos ignoran, sus ancestros”, explica Angélica Valencia, operadora de turismo comunitario Mano Cambiada, del pacífico colombiano.
El turismo étnico consciente ayuda en grandes proporciones a mantener los ecosistemas.
No es desconocida la estrecha relación que existe entre las etnias de grupos indígenas o de poblaciones afro descendientes y el cuidado riguroso de la naturaleza. Por eso, en la práctica de este tipo de turismo se involucra no solo el no consumir de manera irresponsable recursos naturales, sino cuidarlos, mantenerlos y producirlos, como lo haría cualquier habitante de la comunidad que se visita.
“Los operadores de turismo que trabajamos con este tipo de destinos sabemos que no es fácil en ocasiones atraer al público, pero una vez se logra estamos absolutamente seguros de que lo que ofrecemos es una experiencia que marca para siempre la vida de ese visitante”, apunta Valencia.
Conocer y practicar la actividad económica que desarrolle esa comunidad para ganar su sustento: pesca, ganadería, artesanía, etc., entender su filosofía, participar de sus rituales, alojarse en viviendas de los habitantes, ver y degustar su gastronomía, disfrutar de todo lo que ofrece la naturaleza del lugar donde, dependiendo del destino, es posible ver fauna y flora que ninguna gran ciudad tiene.

Sector público y privado se une

México, Nicaragua, Ecuador, Perú, Chile, Bolivia y Colombia son solo algunos de los países latinoamericanos que han organizado de manera consciente y sustentable planes de turismo étnico en sus regiones, sabiendo que aunque este segmento no debe ser la base de su economía turística sí debe existir de manera importante por el rescate de su historia y sabiduría ancestral.
“Desde el Instituto de Turismo de Nicaragua nos acercamos a estas comunidades, identificamos las familias o los pequeños empresarios interesados en entrar en el sector turismo, capacitamos, damos una asistencia técnica para diseñar planes de mejora de instalaciones, manejo de cocinas y restaurantes, manipulación de alimentos, y planes de negocios con lo que llevamos a estos pequeños empresarios a ser sujetos de crédito con un programa que tenemos en asocio con la Caja Rural Nacional (Caruna) para financiar empresas turísticas de minorías étnicas”, comenta Mario Salinas, ministro de Turismo de Nicaragua.
Hacer realidad el turismo étnico no es tarea fácil, uno de los más fuertes obstáculos para algunos países es la conectividad aérea y terrestre. Acceder a pequeñas comunidades étnicas que por lo general se instalan en regiones apartadas de las grandes ciudades, es un problema no resuelto.
Sin embargo, esto no ha impedido desarrollar proyectos turísticos en estas comunidades. “Sabemos que tenemos algunos inconvenientes con el acceso hasta algunas regiones donde están estas comunidades, por eso tenemos el plan de poner en funcionamiento hidroaviones pues no hay aeropuertos, hay muchos ríos y lagunas y hacer una carretera es mucho más costoso”, indica Salinas.
Colombia, por su parte, por su gran riqueza étnica y su variada geografía ha diseñado distintas maneras de acceder a sus poblaciones y minorías por todos los medios. Una muestra de ello es la región de la Sierra Nevada de Santa Marta donde se encuentran cuatro resguardos indígenas distintos con quienes se trabaja para el desarrollo de la actividad turística de la mano del gobierno nacional.
Claudia Santos de Carrillo, gerente de la Oficina de turismo del Distrito de Santa Marta, en Colombia, afirma que “por ser ellos los ‘hermanos mayores’ del mundo es importante resaltar su cultura. Hemos hecho estudios de capacidad de carga, de mejoramiento de alojamiento y todo lo que implica la llegada de turistas en su sitio sagrado”.
El turismo étnico está en crecimiento, el rescate, pero sobre todo, el cuidado de la historia y la cultura ancestral han despertado el interés de Gobiernos, empresa privada y turistas, pero no se busca su explotación masiva sino su enaltecimiento y su conservación.

Inscripción inmediata y programa provisional:
 

material redacional e foto da coordenação do evento

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